Educar y preparar a las personas mental, espiritual y físicamente, para que, en caso de necesidad, sean capaces de defender y contraatacar, con la máxima rapidez y eficiencia.
Establecer en ellas, como ciudadanos, un sentimiento de autoestima.
Trabajar para la unión de personas y buscar un fin a la violencia en todo el mundo y entre todos los pueblos, sin distinción de color de piel, raza o credo.
Nuestra práctica se basa en el respeto, la buena conducta y la integridad personal, y no solamente en técnicas de defensa personal.